Sí, normalicemos SENTIR.
Déjale que llore,
déjale que grite,
déjale que esté triste,
déjale que esté eufórico.
Déjale SENTIR.
Déjale conectar.
Necesita sentirlo todo,
para eso está aquí,
para SENTIR.
Y tú para acompañarle mientras siente.