El valor de ser uno mismo

¿Y si dejamos que nuestros hij@s vivan su individualidad de una manera libre? ¿Te imaginas lo que sería para su autoestima y su personalidad?

Niñ@s seguros de sí mismos, viviendo su autenticidad dentro del grupo. Sin la necesidad constante de ser aceptados por los demás para sentirse bien, siendo ellos mismos, sin aceptar etiquetas y conectados con lo que son, ¿te imaginas?

Es muy probable que ahora mismo estés pensando “ok, me encanta pero ¿cómo lo consigo?"

 

Bueno, te diré que todo comienza y termina en el mismo lugar: con la aceptación incondicional.

Poder crecer sin juicios, viviendo su singularidad de manera sana, hará que se sienta bien siendo él/ella mismo/a.

Poder desarrollar su personalidad sin negarse parte de sí mism@ será el mayor regalo que podamos hacerle como familia.

Imagen cohete soñadores

"Todo comienza y termina en el mismo lugar: con la aceptación incondicional."

A continuación, te cuento algunas cosas que puedes hacer a diario que te van a ayudar a que tu hij@ sienta tu aceptación incondicional. Son sencillas y muy evidentes pero en muchas ocasiones no ponemos el foco en ellas y pueden significar un mundo para tu hij@.

  • - Evita decirle quién es. Lo tiene que averiguar por sí mismo y mientras tanto, nuestra tarea principal será la de querer sin condiciones y dejar ser.

  • Ten en cuenta su opinión y respeta tanto sus ideas como sus decisiones. Podrán gustarte más o menos, tendrás que rebatirlas o justificar tu desacuerdo, pero no las anules. Déjale ver que es importante lo que él piensa. Escúchale.

  • Deja de decirle a todas horas lo que tienen que hacer. Si siempre sigue directrices marcadas, por mucho que sean correctas, no va a poder desarrollar su propia autonomía. Suelta cada día un poquito más y confía. Generar esa confianza en ellos, le hará crecer en autoestima y en sentirse capaz.

  • No le limites, ni le digas de lo que es capaz, o no, de hacer. Los límites los tienen que encontrar ellos, nadie más. Siempre va a ser un viaje hacia uno mismo que hará que se conozca más y mejor y eso es algo que le va a ir dando cada vez más seguridad en sí mismo.

  • No hagas mofa ni te burles de sus gustos o elecciones. Que no coincida con los tuyos, no quiere decir que sean malos y es una manera de expresar su personalidad. Irán cambiando a lo largo de su vida, como fueron cambiando los tuyos. Y siempre deberían ser respetados por la familia.

  • No hables de él o de ella como si no estuviese delante. Pídele permiso antes. Hazle ver que le importas y que igual que tú decides a quién contarle cosas personales, porque sea un niñ@ no deja de ser distinta tu manera de actuar.

  • Deshecha todo lo que tenga que ver con “la normalidad” ¡por favor!
    Frases cómo “Actúa normal”, “Sé cómo los demás”, “Eso que has hecho no es normal” “Compórtate normal”, “Sé una persona normal”… No deberían tener para ti un sentido positivo sino todo lo contrario. El mensaje real de esas afirmaciones es renuncia a ser tú mismo, lo importante es encajar y gustar por encima de tu propia felicidad y bienestar.

  • Dile que está bien pensar y sentir diferente al resto, que tiene todo el derecho y es bueno.

  • - ¿Por qué no le dejas sentir y vivir de la misma forma dentro de casa que cuando está con otras personas? ¿Por qué vives atemorizad@ por si se muestra de la misma manera? Lo único que consigues es generarle inseguridad y que no entienda porqué sus padres le prohiben ser como es. Deja que se comporte y sienta de la misma manera siempre, cuando está en casa como cuando está en otro ambiente con otras personas. No le reprimas por el miedo a lo que los demás puedan pensar o consideren que deberías hacer. Lo único que consigues es generarle malestar y no entender por qué le prohibes ser como es. El mensaje que entenderá es que dependiendo de con quién se encuentre tiene que actuar de otra manera, es decir, que él/ella no siempre es válido ni digno de respeto y amor.

  • DEJEMOS QUE SEAN AUTÉNTICOS EN CADA MOMENTO DE SU VIDA, CON NOSOTROS Y CON LOS DEMÁS.

  • - Recuérdale siempre que no tiene que gustar a los demás, ¡se tiene que gustar a sí mismo! Hacerle aceptar cosas que van en contra de lo que siente y de su esencia hará que entre en conflicto consigo mismo.

 

Imagen carro de la osa mayor


Su visión de la vida no tienen que coincidir con la tuya. La familia es una unidad de amor, no de pensamiento. Deja que vea la vida a su manera y que se quiera por lo que es.

La familia es una unidad de amor, no de pensamiento.

Así aprenderá a no depender de nadie y a que no tiene que aceptar que otros piensen por él/ella o dicten cómo tiene que ser.

Somos únicos e irrepetibles y cada uno de nosotros aportamos una visión distinta y particular al mundo que nos rodea. Todos tenemos algo que aportar pero lo hacemos desde nuestra individualidad, no desde la mal llamada “normalidad”.

Y nada de esto significa no estar con los demás, muy al contrario, será la manera de ser uno mismo con los demás.

Déjales brillar con su propia luz, con sus más y sus menos, con sus aciertos, con sus ideas, consigo mismo. Y deja que vaya creando su propia personalidad. No se la robes con tus expectativas o proyectando en ella/él lo que te hubiese gustado para ti.

Todo lo que le dejes ser no tendrá que buscarlo cuando sea mayor. Ya sabrá lo que es, y no tendrá que transitar por otros muchos caminos para averiguarlo.

No hay que romper moldes, hay que evitar los moldes para que no tengan que romperlos.

No hagamos niños autómatas y complacientes. Acompañemos a niños libres que piensan y sienten por sí mismos, inconformistas, empoderados y valientes.

 

Un abrazo enorme.

Cris, de Misia.

 

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